El yo poético se puede dar de dos maneras: Cuando desarrolla
nuestra empatía y cuando este busca en el poema sensaciones iguales a las que
siente en ese momento el lector y aunque a veces no sea el caso este supone que
lo que el autor escribió se trata de sus propios sentimientos.
También tenemos el yo poético dirigido a nuestra empatía,
cuando esto sucede es más fácil que nos guste cualquier tipo de poesía (principalmente
la modernista y sus derivaciones) que describa emociones o sentimientos, porque
nuestro Yo Poético se conecta con los sentimientos del autor y sentimos empatía
por lo que el creemos el sintió al escribir estos poemas.
Para lectores de poesía particulares es más común que este desarrollado
el yo poético empático, para ellos es muy fácil encontrar poesía de su gusto y
perderse entre sus líneas. Pero para personas con el yo más “egoísta” es más difícil
encontrar poemas, porque aunque los más famosos son poemas de amor, la poesía
no se trata únicamente de esto, si no de la vida y el significado de la vida en
general, ya sabemos que el amor es importante pero si una persona con un yo poético
“egoísta” no tiene afecto por cosas como comunidad, los poemas escritos sobre
esto no les llamará su atención.
En conclusión el yo poético es una especie de tercera voz que
conecta los poemas que leemos con nuestros sentimientos o situaciones.